martes, 3 de noviembre de 2009

Ágora



Hace mucho que no pisaba un cine, -o peor- hacía mucho que no veía una peli en su medio natural, la gran pantalla. Ana y yo estuvimos de acuerdo en la elección de la obra y, con diferente forma de expresarlo, ambas coincidimos en las apreciaciones sobre lo que vivimosvimos y aprendimos.

Es fundamentalmente una película épica, tanto por su temática -muy interesante- como por su realización. Pero más que cine, Amenábar nos ofrece un grandioso espectáculo cuyo peso recae en la puesta en escena de la acción argumental en unos magníficos y millonarios escenarios.

La gran metáfora que deja traslucir el argumento se resume en el ser y estar de sus personajes: Hipatía representa la libertad y sus más potentes valedores: el pensamiento y el conocimiento. Sus enamorados -que no defensores- representan: Orestes, el poder sin solución y Davo la justicia y su siempre pendiente re_evolución . Es innegable la absoluta actualidad de sus planteamientos, dando razón a los que opinan -como yo- que, en su esencia, el homo no ha cambiado casi nada a lo largo de siglos de historia por más que sofistique sus formas y desarrolle la tecnología.

La interpretación de los actores, la puesta en escena de las luchas religiosas, la belleza del conjunto es innegable. Una de romanos que se puede ir a ver mientras las expectativas creadas por el marketing y la publicidad no se tomen demasiado en cuenta. Me atrevería a afirmar que quizá éste sea su verdadero "defecto": publicitada desde que se comenzó a rodar, se magnifica el resultado final y la idea que nos hacemos sobrepasa sus limitaciones.

Amenábar se queda corto. Corto a pesar del enorme despliegue de medios económicos, materiales y humanos. A esta peli le falta la pasión y profundidad argumental necesarias para estrujarte el corazón, activar las neuronas, y aprender un nuevo matiz de lo que fuimos y somos.




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5 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

... y lo más importante, toneladas de rigor histórico...

3 de noviembre de 2009, 14:04  
Blogger tcb ha dicho...

¡Qué alegría! no estoy sola en el ciberuniverso. Graciñas por el comentario, anónimo. Respecto al rigor histórico, ya comenté por ahí alguna vez que no me parece fundamental en arte pues toda obra artística no es más que una interpretación del mundo, de los hechos, las imágenes, las formas... El cine enseña, pero como reconocido arte que es, no está sometido a norma. Apertas.

3 de noviembre de 2009, 15:54  
Anonymous Anónimo ha dicho...

...y si de paso utilizo la escusa de que el arte traga con todo para retorcer los hechos y mandar el mensaje ideológico que quiero, mejor que mejor... y si además me subencionan ya es la pera!

4 de noviembre de 2009, 10:52  
Blogger tcb ha dicho...

Que te subvencionen es estupendo, estoy de acuerdo contigo.Respecto al mensaje ideológico, me remito a lo que escribí: "en su esencia, el homo no ha cambiado casi nada(...) por más que se sofistiquen sus formas(...)".Las religiones no son ideología aunque las respalden. Las guerras y desavenecias entre religiones que respaldan intereses arrimándose al sol que más calienta, son recurrencia histórica. Si hay un oficio más antiguo del mundo, la lucha por el poder es, por su parte, el impulso ideológico más antiguo de mundo. Más apertas.

4 de noviembre de 2009, 16:16  
Anonymous La Maga ha dicho...

¿Cómo vas a estar sola? Tenía ganas de ver esta peli, por el tema y por el director, ahora ya tengo algo más de información. ¡Gracias!

5 de noviembre de 2009, 18:42  

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