domingo, 30 de agosto de 2009

Descartes y Pascal, encuentro

Cuando voy al cine o el teatro, leo un libro o contemplo una obra de arte, siempre espero aprender algo, identificarme subjetivamente,  sentir admiración o elaborar un punto de vista diferente o nuevo, todo ello -por supuesto- provocado por lo vistoleídoescuchado.

Ayer noche fuimos Lourdes, Juanluis y yo a ver "Encuentro entre Descartes y el joven Pascal" de Jean- Claude Brisville, (autor de "La Cena") y dirigida por Josep María Flotats.

 Los tres coincidimos en que esperábamos más, pues el acontecimiento del que parte Brisville es sugerente y potencialmente abierto a imaginar un espléndido diálogo de personajes cuyas vidas, actividades, pensamiento y casuísticas sobreviven en la actualidad y, sin embargo, la conversación entre titanes no nos aportó nada sustancialmente novedoso o sorprendente.

Como relata la reseña del folleto que nos dieron en el 
Teatro Infanta IsabelSólo una vez se encontraron Descartes y Pascal, los dos filósofos más importantes de su siglo: fue el 24 de septiembre de 1647 en el convento parisino de los Mínimos y y su entrevista duró varias horas. Ninguno de los dos escribió sobre lo que hablaron, y eso permite al dramaturgo JC Brisville imaginar el encuentro de dos experiencias vitales y de dos pesamientos filosóficos (...)"

El ritmo lento de la conversación permite  analizar la obra sobre la marcha. Nuestra posición en el teatro no nos permitía ver claramente los gestos de los actores que no parece fundamental en tanto los personajes están muy definidos en la actuación y la expresión de sus ideas. Un Pascal atormentado ante una muerte imbuída de oscura religiosidad, y un Descartes que goza de existir aprendiendo y pensando sobre el mundo a pesar de la certeza del final.

Sin embargo, leyendo el libreto,  la obra gusta más. Algo falló ayer,  ...la situación de nuestras butacas en el teatro, nuestro espíritu receptivo, los actores o la dirección, porque ninguno de los tres salimos del teatro satisfechos.



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viernes, 28 de agosto de 2009

Pagafantas

Aunque ya no esté de actualidad, porque la actualidad tiene ahora la duración del efímero presente, comento esta peli que vi antes de vacaciones. 

Estimulada por lo mucho que me gustan sus cortos - recogidos en esta bitácora- , y que es familysobrino de JoseTereJose los murgueros de primera, fuimos Lourdes, Rocío chica y yo a ver Pagafantas, opera prima de Borja Cobeaga

Pasamos un buen rato y, aunque sabía que podía esperar calidad, no dejó de sorprenderme que, con un título y un cartelanuncio poco sugerentes para mi gusto, la película destilara el humor inteligente y la dosis de dramatismo necesarios para atraer y divertir además de invitar a reflexionar sobre la amistad, el sexo y el compromiso. 

Es decir, tiene miga y -según el propio Borja confiesa en una de las entrevistas que le han hecho: "Pagafantas" está trufada de experiencias personales: "Son cosas que me han ocurrido a mí o a mis amigos". "De hecho, a mí me han pasado cosas tan raras que no las he querido incluir en la película, porque no parecían verosímiles". 

Dos artículos nos cuentan mucho de lo que es esta película, el primero  del propio director antes de estrenar: ¿Qué es un Pagafantas?  y Pagafantas de Ramón Muñoz.




Para rematar, acercáos a un divertido y provocador corto al hilo del tema que encontré en Youtube.



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domingo, 16 de agosto de 2009

Sobrado, Mosterio dos Monxes


He visitado el Monasterio tres o cuatro veces a lo largo de años y la última, este verano, ha sido especialmente entrañable. El sol abrió el día para nosotros y los nenúfares del lago todavía esperaban que este sol los abriera también a ellos en todo su esplendor para exhibirse y asombrarnos con el sencillo hecho de existir.





No ha cambiado casi nada, ni su entorno ni su magia y poder de encantamiento. La sensación de paz y belleza, de tranquilidad y armonía, se perciben nada más traspasar el arco que conduce a la vista del patio donde se situan ordenadamente el monasterio, el cementerio y otros edificios anejos.






El desvío para ir al Mosterio, viniendo desde Madrid, es el que indica grande y en azul "Sobrado" una vez se rebasan las entradas hacia Lugo. Hay paisanos que no saben que Sobrado dos Monxes no tiene su nombre completo en la indicación y los que sabemos que en Galicia muchos lugares tienen el mismo nombre (Souto, Chao, Castiñeiro, Serantes, etc.), nos llama a engaño la ausencia de unos monjes en los carteles de la A-6 que, sin embargo, están en los de las carreteras interiores y en el propio monasterio. Allí, los monjes dan albergue al peregrino y posada a quien desee quedarse unos días a reposar el corazón y dejar libres y serenos sus sentipensamientos.


Este Monasterio cisterciense, que en realidad se llama Mosterio de Santa María de Sobrado, se cita en documentos de finales del siglo X como "San Salvador". Hay suficiente información en internet sobre él y es sabido que forma parte de los albergues del Camino de Santiago. Hay mucha información en guías e internet.




Pero no hay descripción ni fotografía que se acerque a la realidad de recorrer el camino hasta encontrarlo ni el asombro y alegría de descubrir sus rincones al recorrerlo. Y si lo visitas en buena compañía, lo vives, y si lo vives formará parte de tí, como formará parte de mi hasta que mi tiempo se acabe.

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