22-01-2007
Noam Chomsky analiza la guerra y los intereses norteamericanos en Irak
"Los nazis gobernaron con menos dificultad a la Europa ocupada que los estadounidenses a Irak" Mike Albert
El tiempo.com
¿Qué motivos tiene Estados Unidos para quedarse en Irak? Sobre los motivos, sólo puedo repetir lo que he escrito hace años. Un Irak soberano, parcialmente democrático, podría resultar un desastre para los planificadores estadounidenses. Con una mayoría chiíta, es probable que sigan mejorando las relaciones con Irán. Hay población chiíta al otro lado de la frontera, en Arabia Saudita, amargamente reprimida por la tiranía con el respaldo de Estados Unidos. Cualquier paso hacia la soberanía en Irak estimula el activismo allí pro derechos humanos y por cierto grado de autonomía, pero ocurre que en esa región es donde está la mayor cantidad de petróleo saudita.
La soberanía de Irak podría debilitar la alianza chiíta que controla la mayor parte de los recursos del mundo en hidrocarburos, independientemente de Estados Unidos, echando a pique el objetivo primario de su política exterior, desde que este país se convirtió en la potencia dominante después de la Guerra. Peor todavía: aunque Estados Unidos puede intimidar a Europa, no pueden hacer lo mismo con China, que alegremente sigue su propio camino, hasta en Arabia Saudita, la joya de la corona, lo cual es la razón por la que se considera a China como ingente amenaza.
Un bloque energético independiente en el Golfo puede aliarse con la Autoridad de Energía Eléctrica Asiática, con sede en China, y con el Consejo Cooperativo de Shanghai; con Rusia (con enormes recursos propios) como parte integral, lo mismo que con los estados centrales asiáticos (ya miembros), y posiblemente con la India. Irán ya está asociado con todos y también se conformaría un bloque chiíta dominante en los estados árabes. Todo eso podría convertirse en pesadilla para los planificadores estadounidenses y para sus aliados occidentales.
Resulta así que hay poderosísimas razones para que Estados Unidos e Inglaterra traten en todas las formas de mantener un control efectivo sobre Irak. E.U. no está construyendo un palacio para la embajada -con mucho el más grande del mundo y virtualmente una ciudad independiente dentro de Bagdad-, ni invirtiendo dinero en bases militares, con intención de entregarles Irak a los iraquíes. Todo eso está lejos de proyectos de que las cosas marchen en forma que las corporaciones estadounidenses se beneficien con las vastas riquezas de Irak.
Estos asuntos, aunque destacados, seguramente, en la agenda de los planificadores, no figuran en la que se discute. Son simples expectativas. Tales consideraciones violan la doctrina fundamental de que la autoridad estatal persigue nobles objetivos y de que aunque incurra en terribles errores, no puede tener motivaciones perversas, ni está sometida a la influencia de concentraciones domésticas de poder privado. Cualquier cuestionamiento de estas Divinas Verdades se ignora o se denuncia airadamente, por una buena razón: permitir que se discutan podría socavar la autoridad y el privilegio.
No sugiero, a propósito, que los comentaristas estén muy al tanto de esto. En nuestro medio, la élite intelectual está profundamente adoctrinada, algo que Orwell observó en su no publicada introducción a 'Animal Farm', sobre cómo opera la autocensura en sociedades libres. Buena parte de la razón para que esto ocurra, concluye Orwell plausiblemente, es una buena educación que inculca el principio de que hay ciertas cosas "que no deben decirse", o mejor, ni pensarse.
El resto en
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=45222
Etiquetas: la guerra