A vueltas con Aguirre y el Rey
Madrid / M. Calleja / abc.es
El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, manifestó ayer, en declaraciones a ABC, que la filtración de las palabras del Rey en el almuerzo celebrado el pasado día 11 «constituye una grave irresponsabilidad, sin perjuicio de la libertad de los medios que las han publicado, amparados por la libertad de expresión».
Rajoy añadió que «tengo frecuentes conversaciones privadas con el Rey y no he comentado, no comento ni comentaré el contenido de ninguna de ellas y no puedo comprender cómo personas que también las mantienen pueden hacerlas públicas».
Tras reiterar «la adhesión del PP a la Monarquía y a Su Majestad el Rey», Mariano Rajoy declinó cualquier opinión acerca del contenido de las informaciones publicadas, aduciendo que «desconozco el desarrollo del almuerzo y, la verdad, no me importa porque tengo las ideas muy claras de cómo deben producirse las relaciones entre los dirigentes públicos y el Jefe del Estado».
Almuerzo en el Palacio Real
Ayer, dos periódicos publicaron el contenido de una conversación mantenida por Don Juan Carlos y Esperanza Aguirre en un almuerzo en el Palacio Real la víspera de la Fiesta Nacional, tras la reunión del Patronato del Instituto Cervantes, en la que participaron los embajadores iberoamericanos.
(...) «Yo no tengo problemas en recibir a la gente. Es a mí a quien tiene que dar un trato humano. ¿Pero esto qué es?», dijo el Rey, quien agregó: «Es intolerable». Siempre según la versión de «El país», Aguirre apostilló: «Yo creo que esto se podría arreglar. Es un problema de tratar mejor a una persona». El diario añade que el comensal Víctor García de la Concha terció: «La de este señor (Federico Jiménez) es una actitud inaceptable». (...)
Otro periódico, «El mundo», apunta que la presidenta de la Comunidad de Madrid defendió ante el Rey al locutor de la Cope argumentando que «lo peor que puede ocurrir es que se le quite el micrófono a un periodista». Ese diario asegura que, según sus fuentes consultadas, Aguirre dijo al Rey: «Si le hubiera criticado (Iñaki) Gabilondo, usted le habría invitado a comer».
Frente a esta versión, según ha podido saber ABC por distintas fuentes consultadas tanto de comensales de aquel almuerzo como de la Comunidad de Madrid, en ningún momento Esperanza Aguirre hizo ese comentario a Don Juan Carlos sobre Iñaki Gabilondo.
«Sorpresa» en la Casa del Rey
En cualquier caso, en la Casa del Rey se han mostrado «muy sorprendidos» por la publicación de una «conversación privada» de Don Juan Carlos y por que se intente transcribir con comillas, ya que «no había cámaras ni grabadoras». Por lo demás, la Casa del Rey subrayó que nunca comenta conversaciones de carácter privado.
En círculos de la Zarzuela sí se ha expresado su asombro por el hecho de que se hable de la falta de un trato humano, cuando es algo que el Rey ha cuidado siempre mucho. Desde la Casa del Rey se ha querido dar siempre un trato impecable a todos los medios de comunicación sin discriminaciones. De hecho, Alberto Aza, jefe de la Casa, mantuvo hace dos años una reunión con Federico Jiménez, quien, además, asistió como invitado a la boda real de los Príncipes de Asturias el 22 de mayo de 2004.
Respecto a la filtración de la conversación, desde sectores del PP se acusa directamente a La Moncloa de haber transmitido el contenido, ya que José Luis Rodríguez Zapatero estaba sentado a un lado del Rey. Al otro lado estaba Aguirre. En el otro extremo estaba sentada la Reina, flanqueada por Francisco Ayala y el ministro Miguel Ángel Moratinos. Otras fuentes apuntan, sin embargo, al embajador argentino como posible filtrador.
Apoyo del PP a la Corona
Precisamente, el portavoz del PP en el Senado, Pío García-Escudero, censuró al responsable de filtrar a los medios la conversación entre Don Juan Carlos y Aguirre, porque «las conversaciones con el Rey siempre son privadas y nunca deben comentarse ni difundirse». García-Escudero subrayó, en declaraciones a Europa Press, que el PP es «clarísimo en la defensa de la Monarquía y en defensa del Rey Don Juan Carlos, sobre todo en estos últimos días, en los que en Cataluña han sucedido unos hechos muy desagradables de quemas de retratos de Sus Majestades».
Fuentes próximas al Gobierno han expresado su «perplejidad» por la «osadía» que, a su juicio, ha tenido Esperanza Aguirre al dirigirse al Rey de esa manera. En la Comunidad de Madrid, la postura oficial es no comentar una conversación con el Rey, como ocurre siempre. Eso sí, fuentes próximas a Aguirre han transmitido su indignación por la filtración del diálogo entre la presidenta de la Comunidad de Madrid y el Rey.
El secretario general de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, aprovechó la coyuntura para arremeter contra Aguirre, a quien pidió que «deje de confrontar con todo el mundo, hasta con la Corona de España defendida por todos los ciudadanos».
La «pinza radical»
Antes de la conversación entre el Rey y Aguirre -cuyo contenido se ha hecho público diez días después de producirse-, ya era de sobra conocido el malestar que había en la Casa del Rey por los comentarios de Jiménez en la Cope en los que pedía una y otra vez la abdicación de Don Juan Carlos, algo que coincidió en el tiempo con la quema de imágenes de Sus Majestades en varias localidades de Cataluña. El pasado domingo 30 de septiembre, ABC titulaba en portada: «Pinza radical contra el Rey», e informaba de que sectores de la izquierda y la derecha habían emprendido una campaña de acoso al Monarca.
Ante esa situación, las muestras de respaldo y apoyo a la Monarquía se multiplicaron desde varios frentes, aunque desde el Gobierno de Zapatero la respuesta estuvo marcada por la tibieza y el presidente habló de «espuma» para referirse a la polémica. Mientras, desde distintos medios europeos, como «Le Figaro» o «Le Monde», se alertó que España estaba «crujiendo» o de los «síntomas de una crisis institucional».
El Rey, con motivo de la inauguración del curso académico, reivindicó la Monarquía, que ha permitido «el más largo periodo de estabilidad y prosperidad en democracia vivido por España». Unas palabras que desencadenaron un aluvión de apoyos.
Entre los que han defendido a los Reyes ocupan un lugar destacado las víctimas del terrorismo. Tres de estas víctimas -Ana María Vidal Abarca, Mari Carmen Heras y Conchita Martín, viudas de tres asesinados por ETA- enviaron una carta a ABC en la que recuerdan el apoyo que siempre les ha brindado la Familia Real y aseguran que «se equivocan quienes alientan de una u otra forma la avalancha de desprestigio con que se trata de envilecer al jefe del Estado».
¡Que mal pensada soy! Dª Esperanza tan sólo quería desmarcar a la derecha conservadora de las peticiones de abdicación de D. Juan Carlos, por parte del Napoleón de la Cope. Menos mal que D. Mariano le echa un flotador y guarda la ropa, y -como no- la culpa de todo la tiene D. José Luis. Cada uno con su rol en la gran representación teatral (de poca calidad, por cierto) que ha sido esta legislatura. ©Teresa C. B.©
El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, manifestó ayer, en declaraciones a ABC, que la filtración de las palabras del Rey en el almuerzo celebrado el pasado día 11 «constituye una grave irresponsabilidad, sin perjuicio de la libertad de los medios que las han publicado, amparados por la libertad de expresión».
Rajoy añadió que «tengo frecuentes conversaciones privadas con el Rey y no he comentado, no comento ni comentaré el contenido de ninguna de ellas y no puedo comprender cómo personas que también las mantienen pueden hacerlas públicas».
Tras reiterar «la adhesión del PP a la Monarquía y a Su Majestad el Rey», Mariano Rajoy declinó cualquier opinión acerca del contenido de las informaciones publicadas, aduciendo que «desconozco el desarrollo del almuerzo y, la verdad, no me importa porque tengo las ideas muy claras de cómo deben producirse las relaciones entre los dirigentes públicos y el Jefe del Estado».
Almuerzo en el Palacio Real
Ayer, dos periódicos publicaron el contenido de una conversación mantenida por Don Juan Carlos y Esperanza Aguirre en un almuerzo en el Palacio Real la víspera de la Fiesta Nacional, tras la reunión del Patronato del Instituto Cervantes, en la que participaron los embajadores iberoamericanos.
(...) «Yo no tengo problemas en recibir a la gente. Es a mí a quien tiene que dar un trato humano. ¿Pero esto qué es?», dijo el Rey, quien agregó: «Es intolerable». Siempre según la versión de «El país», Aguirre apostilló: «Yo creo que esto se podría arreglar. Es un problema de tratar mejor a una persona». El diario añade que el comensal Víctor García de la Concha terció: «La de este señor (Federico Jiménez) es una actitud inaceptable». (...)
Otro periódico, «El mundo», apunta que la presidenta de la Comunidad de Madrid defendió ante el Rey al locutor de la Cope argumentando que «lo peor que puede ocurrir es que se le quite el micrófono a un periodista». Ese diario asegura que, según sus fuentes consultadas, Aguirre dijo al Rey: «Si le hubiera criticado (Iñaki) Gabilondo, usted le habría invitado a comer».
Frente a esta versión, según ha podido saber ABC por distintas fuentes consultadas tanto de comensales de aquel almuerzo como de la Comunidad de Madrid, en ningún momento Esperanza Aguirre hizo ese comentario a Don Juan Carlos sobre Iñaki Gabilondo.
«Sorpresa» en la Casa del Rey
En cualquier caso, en la Casa del Rey se han mostrado «muy sorprendidos» por la publicación de una «conversación privada» de Don Juan Carlos y por que se intente transcribir con comillas, ya que «no había cámaras ni grabadoras». Por lo demás, la Casa del Rey subrayó que nunca comenta conversaciones de carácter privado.
En círculos de la Zarzuela sí se ha expresado su asombro por el hecho de que se hable de la falta de un trato humano, cuando es algo que el Rey ha cuidado siempre mucho. Desde la Casa del Rey se ha querido dar siempre un trato impecable a todos los medios de comunicación sin discriminaciones. De hecho, Alberto Aza, jefe de la Casa, mantuvo hace dos años una reunión con Federico Jiménez, quien, además, asistió como invitado a la boda real de los Príncipes de Asturias el 22 de mayo de 2004.
Respecto a la filtración de la conversación, desde sectores del PP se acusa directamente a La Moncloa de haber transmitido el contenido, ya que José Luis Rodríguez Zapatero estaba sentado a un lado del Rey. Al otro lado estaba Aguirre. En el otro extremo estaba sentada la Reina, flanqueada por Francisco Ayala y el ministro Miguel Ángel Moratinos. Otras fuentes apuntan, sin embargo, al embajador argentino como posible filtrador.
Apoyo del PP a la Corona
Precisamente, el portavoz del PP en el Senado, Pío García-Escudero, censuró al responsable de filtrar a los medios la conversación entre Don Juan Carlos y Aguirre, porque «las conversaciones con el Rey siempre son privadas y nunca deben comentarse ni difundirse». García-Escudero subrayó, en declaraciones a Europa Press, que el PP es «clarísimo en la defensa de la Monarquía y en defensa del Rey Don Juan Carlos, sobre todo en estos últimos días, en los que en Cataluña han sucedido unos hechos muy desagradables de quemas de retratos de Sus Majestades».
Fuentes próximas al Gobierno han expresado su «perplejidad» por la «osadía» que, a su juicio, ha tenido Esperanza Aguirre al dirigirse al Rey de esa manera. En la Comunidad de Madrid, la postura oficial es no comentar una conversación con el Rey, como ocurre siempre. Eso sí, fuentes próximas a Aguirre han transmitido su indignación por la filtración del diálogo entre la presidenta de la Comunidad de Madrid y el Rey.
El secretario general de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, aprovechó la coyuntura para arremeter contra Aguirre, a quien pidió que «deje de confrontar con todo el mundo, hasta con la Corona de España defendida por todos los ciudadanos».
La «pinza radical»
Antes de la conversación entre el Rey y Aguirre -cuyo contenido se ha hecho público diez días después de producirse-, ya era de sobra conocido el malestar que había en la Casa del Rey por los comentarios de Jiménez en la Cope en los que pedía una y otra vez la abdicación de Don Juan Carlos, algo que coincidió en el tiempo con la quema de imágenes de Sus Majestades en varias localidades de Cataluña. El pasado domingo 30 de septiembre, ABC titulaba en portada: «Pinza radical contra el Rey», e informaba de que sectores de la izquierda y la derecha habían emprendido una campaña de acoso al Monarca.
Ante esa situación, las muestras de respaldo y apoyo a la Monarquía se multiplicaron desde varios frentes, aunque desde el Gobierno de Zapatero la respuesta estuvo marcada por la tibieza y el presidente habló de «espuma» para referirse a la polémica. Mientras, desde distintos medios europeos, como «Le Figaro» o «Le Monde», se alertó que España estaba «crujiendo» o de los «síntomas de una crisis institucional».
El Rey, con motivo de la inauguración del curso académico, reivindicó la Monarquía, que ha permitido «el más largo periodo de estabilidad y prosperidad en democracia vivido por España». Unas palabras que desencadenaron un aluvión de apoyos.
Entre los que han defendido a los Reyes ocupan un lugar destacado las víctimas del terrorismo. Tres de estas víctimas -Ana María Vidal Abarca, Mari Carmen Heras y Conchita Martín, viudas de tres asesinados por ETA- enviaron una carta a ABC en la que recuerdan el apoyo que siempre les ha brindado la Familia Real y aseguran que «se equivocan quienes alientan de una u otra forma la avalancha de desprestigio con que se trata de envilecer al jefe del Estado».
¡Que mal pensada soy! Dª Esperanza tan sólo quería desmarcar a la derecha conservadora de las peticiones de abdicación de D. Juan Carlos, por parte del Napoleón de la Cope. Menos mal que D. Mariano le echa un flotador y guarda la ropa, y -como no- la culpa de todo la tiene D. José Luis. Cada uno con su rol en la gran representación teatral (de poca calidad, por cierto) que ha sido esta legislatura. ©Teresa C. B.©
Etiquetas: noticias politica
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