La espalda del Papa

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Los sacerdotes de la Iglesia Católica, hasta después del Concilio Vaticano II oficiaban siempre la misa de espaldas a los feligreses. Por respeto a los símbolos representados en el altar y por el significado del pastor que precede, vela y protege a sus ovejas. Esta interpretación ya no se entiende hoy día. En la actualidad dar la espalda significa desconsideración, desprecio o desprotección.

Es por lo que ha sido objeto de tertulias, críticas y habladurías, la postura que el pontífice adoptó en la Fiesta del Bautismo de Jesús el pasado domingo. También la misa fue ofrecida en latín, lengua que no entienden más que los estudiosos de la misma, aunque permanezca viva en la raíz de muchos de nuestros idiomas y personalmente piense que debería volver a formar parte de la enseñanza curricular puesto que enriquecería el entendimiento de los significantes y significados de las palabras.

Demasiado frívola es la explicación de "no alterar la belleza y la armonía de esta joya arquitectónica", como para evitar que la interpretación, si es otra, pueda ser entendida y compartida por todos. No están los tiempos para espolear susceptibilidades.

Los tiempos están para contemporizar, llevar un mensaje de paz (como hizo contra la declaración de la guerra en Irak) y defender la causa de los desfavorecidos sin contemplaciones al poder políticoeconómico establecido de turno. No es pecado ser crítico y proactivo en tiempos revueltos ni en temas de interés terrenal. ©Teresa C. B.©