Desacuerdo perfecto
Producción franco-inglesa, dirigida por Antoine de Caunes, la protagonizan por Jean Rochefor y Charlotte Rampling.
Esla peli es de esas que se ven cuando no te apetece sufrir ni pensar. Es un des-propósito que oigo con demasiada frecuencia cuando se habla de ver cine.
Se trata de una comedia en la que un amor suspendido en el tiempo reaparece casualmente para recomponer un pasado imperfecto, sin solucionar.
Es -por el fondo sosegado que confiere haber vivido mucho-, una risueña tragedia de amor maduro.
El caché de los personajes los sitúan en buenos y lujosos ambientes que dan un tono de película de "amor y lujo" aunque sin pretensiones y el pequeniño contrapeso -que dejan en su sitio estos matices-, de las discusiones entre artistas de gran genio y carácter.
Además, están acompañados de la particular idiosincrasia de variopintos personajes secundarios, incluído un bulldog inglés, que hacen fondo con sus anécdotas. La conclusión seria, sería quizá la exultante exhibición del amor al final de la madurez e incluso de la vida, no sólo como alternativa o posibilidad, sino como realidad oculta tras las canas, los pliegues de la piel y la jamás olvidada capacidad de amar a otra persona en todas las dimensiones.
Hora y media de tranquilo relax, de humor sencilo y comprensible, que no necesita esfuerzo para reir y sonreir. Es una película en la línea de "Cuando menos te los esperas" de Nancy Meyers , protagonizada por Jack Nicholson y Diane Keaton. También con humor, ambiente acomodado y madurez enamorada.
Tuve libre el día y me fui a hacer recados, después, al cine. Nunca había ido a medio día. Todo el cine para mi hasta que apareció otra chalada. Comí palomitas sin verguenza alguna porque a nadie podía molestar. Me sentaron bien y fue una comida diferente a lo habitual. ©Teresa C. B.©
Etiquetas: cine
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