lunes, 19 de noviembre de 2007

Software Libre y Franco Iacomella


Para mi sorpresa, Franco Iacomella, al que admiro por su labor pedagógica por estos ciber-lares, ha hecho un comentario en una de las entradas de este blog. He aprendido mucho con él y me he nutrido de su webmaster para comprender y aprender en qué consiste el Soft Libre y su repercusión como movimiento social cuando preparé el trabajo del Módulo "Software Libre" del Master, en el que obtuve una muy buena calificación para mi satisfacción y la de los que "sufrieron" viéndome trabajar en plenas vacaciones de verano y en circustancias un tanto adversas por motivos familiares.
En su webmaster Maestros del web, tratan todo clase de dudas y temas que puedan surgir o tengan que ver con el mundo de internet, páginas, programas, avances tecnológico y artículos de opinión.

Franco Iacomella dijo...
Hola, aqui Franco Iacomella. Gracias Teresa por tu interés en el tema y tus aportes a lo intercambiado en la entrevista.

Te dejo la direccion de mi sitio personal por si te interesa enlazarlo y visitarlo: http://francoiacomella.org/
19 de noviembre de 2007

Para introducir el tema y estimular la lectura completa, transcribo una interesante reflexión de un artículo contenido en su bitácora personal. Por mi parte insisto, en que el monopolio (cultural y de software, en este caso) tanto estatal como privado no permite el flujo de información y conocimiento necesario para el libre desarrollo social, tanto de formación, como pensamiento y elección entre alternativas. El monopolio quizá tenga la "virtud" de normalizar u homogeneizar las formas facilitando el acceso de la mayoría. Pero se ha de tener bien claro que es a costa del recorte de libertades, tanto de los individuos como de las pequeñas o medianas empresas, es decir de profesionales preparados y alternativas de negocio tan legítimas como el propio monopolio. No debe olvidarse que en una economía de mercado "real" el juego competitivo leal, siempre favorece al consumidor o usuario. Es importante por tanto comprender estos conceptos, conocer que existen dichas alternativas. Incluso es importante defenderlas ante lo que al final, como nos están demostrando los "trust" del siglo XXI, terminan siendo abusos del poder económicopolítico, alienante y globalizador. Otra clase de monopolios están demostrando resultar difíciles de manejar y abandonar su preponderancia, véase lo que sucede en nuestro país con las eléctricas y la telefonía. Lo que se nos prometió redundaría en bajadas de tarifas, y normalización de la competitividad de las empresas, ha resultado un baivén de tarifas y condiciones crípticas de contrato que nunca acabamos de saber a qué carta quedarnos por la complejidad que nos supone, al ciudadano de a pie, echar las cuentas para decidir que nos interesa más. ©Teresa C.B.©

Los Kanamitas y la sobreinformación.
Publicado el Viernes 9 de Noviembre del 2007.

La sobreinformación de la Red es una característica determinante incluso antes de la aparición de corporaciones como Google. La aparición de este y otros servicios orientados a “brindar” recursos en Internet han conseguido constituirse con una presencia prácticamente absoluta en los terrenos donde se mueven. Así, la sobreinformación inutilizable parece cobrar sentido y forma con la llegada de Google.

Existe entonces una construcción de discurso y realidad donde lo que existe es lo que muestra el buscador. La realidad es una construcción del aparato mediático privado e Internet parece condenada a eso también .

¿Cuál es el problema entonces? Una realidad pseudo-virtualizada controlada por actores invisibles e incuestionables que como si fuera poco, adoptan la forma de “potenciadores de innovación” o “negocios abiertos” (como si “abriendo” el capital se volviera menos nocivo). Intentando crear, en términos marxistas, una falsa conciencia en la mayoría de sus usuarios y críticos que parecen no comprender el intento de estos oligopolios por negar su propia naturaleza ¿Será que ya no podemos prescindir de ellos?¿Será que su inexistencia nos llevará a la pesadiila de los mercachifles piscitellianos, la “Era de la Desinformación”?

Si ese caos informacional no es tal gracias a la existencia de Google y sus amigos, permitanme desconfiar de la aseveración de que no existe desinformación o sobreinformación. Parece ser cierto que hoy tenemos poderosas herramientas para organizar y categorizar el discurso de los medios, sin embargo parece que estamos ante una forma de sobreinformación mucho más dañina que aquella a la que nos enfrentaríamos si no tuvieramos estos “regalos kanamitas”.

No se explica entonces porque si vivimos en la era de la sobreinformación organizada y accesible (gracias a las bondades Kanamitas) la mayoría se subsume ante la mentira de que la realidad es la que reflejan estos Kanamitas. Nada de esto parece ser nuevo. En el siglo XVIII, Hume ya se asombraba por las formas en que se estructuraba el poder entorno al discurso de los poderosos (Kanamitas):

“No había nada más sorprendente que ver la facilidad con que los muchos son gobernados por los pocos; y observar la sumisión implícita con que los hombres renuncian a sus propio sentimientos y pasiones ante los de sus gobernantes. Cuando investigamos por qué medios se produce esta maravilla, descubrimos que, dado que la fuerza está siempre del lado de los gobernados, los gobernantes no tienen nada que los respalde salvo la opinión. Así pues, el gobierno se basa tan sólo en la opinión; y esta máxima se extiende tanto a los gobiernos más despóticos y más militares como a los más libres y más populares.”

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