miércoles, 3 de febrero de 2010

La elegancia del erizo

Dos personajes protagonistas dispares e inteligentes. Dos relatos paralelamente alternos y varios lugares comunes: una privilegiada inteligencia y la búsqueda del sentido de la vida; la casa en la que habitan y un nuevo vecino. Kakuro, culto y sofisticado pero con una forma de verhacer la vida natural y sencilla. Las narradoras, la acomodada y adolescente Paloma y la obrera y madura Renée, descubren, a través de este personaje, que la vida tiene un difícil sentido y cuán sencillo sentido puede llegar a tener la vida.

Me regalaron el libro estas navidades Helgard y Heini aconsejados por Ana que el año pasado vió la película [‘El erizo’ (‘Le hérisson’) de Mona Achache]. Supo que me podría gustar. La peli no la he visto, pero el libro de Muriel Barbery, ha captado mi atención e interés, mis entrañas y mis neuronas. Hace tiempo que no subrayo un libro, síntoma de que encuentro, aprendo y no quiero olvidar. Sencilo de leer y comprender. Magnífico.

Reproduzco al azar y literalmente un par de estos párrafos singulares, que señalosubrayo por confirmar su certeza o sabiduría, por que me hacen sonreír o, quizá, provocan un descubrimiento:

Paloma: “Desde siempre, Colombe y yo estamos enfrentadas porque, para Colombe, la vida es una batalla permanente en la que hay que vencer aniquilando al otro. No puede sentirse segura si no ha aplastado al adversario y si no ha reducido su territorio al mínimo necesario. Un mundo en el que hay espacio para los demás es un mundo peligroso según los criterios de guerra de tres al cuarto. A la vez, sólo necesita a los demás para una pequeña tarea esencial: alguien tiene que reconocer su fuerza. Por lo tanto no sólo se pasa el tiempo tratando de aplastarme por todos los medios posibles, sino que, además, le gustaría que le dijera hundiéndo su espalda en la carne de mi cuello, que es la mejor y que la quiero.”


Renée: “Cuánto te añoro ya… Esta mañana comprendo lo que morir significa: en el momento de desaparecer, quienes mueren para nosotros son los demás pues yo estoy ahí tumbada sobre la acera algo fría y me trae sin cuidado fallecer; ello no tiene más sentido esta mañana que ayer. Pero ya nunca volveré a ver a los que quiero, y si morir es eso, desde luego es la tragedia que dicen que es.”

20 febrero de 2010, ¡la encontré!: El erizo en http://www.megavideo.com/?v=SYG4D0LJ

La profundidad y complejidad del relato, subjetiva
y sugerentemente sintetizado en imágenes y diálogos. Parientes, pero no gemelos.

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