Iglesia y pederastia: disparates argumentales y doble rasero

La RAE define la pederastia como: (Del gr. παιδεραστία). Abuso sexual cometido con niños.

En Wikipedia

Concepto y definición no pueden ser más claros y explícitos.

Esta forma de abuso implica circustancias que a nadie se le escapan: Poder sobre el menor, engañosa complicidad e incluso posibles  amenazas soterradas.
Sabemos que estas prácticas son mayoritariamente ejercidas por personas de círculos cercanos al menor. El recuerdo personal es de por sí demostrativo: de algún amigo  escuché sobre el cura del cole, el propio recuerdo de allegado/familiar sin escrúpulos y de niñas, muchas encontramos algún exhibicionista al paso.
Estas experiencias implican la formación de nuestras relaciones afectivas que  a lo largo de la vida, tendrá un peso importante en los afectos y la sexualidad torpedeando e impidiendo, con toda probabilidad, que el adulto que las padeció silenciosamente de forma continuada y obligada, no pueda llegar a desarrollar con normalidad, naturalidad y tranquilidad estas capacidades y necesidades personales e íntimas.

Las muchas barbaridades que los altos representantes de la Iglesia han dicho para disculpar y exculpar a sus curas, monjes o prelados han sido ampliamente difundidas por periódicos, medios de comunicación e internet de las que acoto alguna "perla":

El Secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone, descartó este lunes una relación entre la pederastia y el celibato al que están sometidos los sacerdotes, y afirmó que esos abusos se relacionan más bien con la homosexualidad. "Han demostrado muchos psicólogos, muchos psiquiatras, que no hay relación entre celibato y pederastia, pero muchos otros han demostrado, y me han dicho recientemente, que hay relación entre homosexualidad y pederastia.

El predicador de la Casa Pontificia, Raniero Cantalamessa, comparó este viernes los ataques al Papa y a la Iglesia católica por los abusos sexuales de clérigos a menores con el antisemitismo. Durante el oficio de Viernes Santo en la Basílica de San Pedro, en presencia de Benedicto XVI y de miles de fieles llegados al Vaticano, el religioso franciscano también equiparó las agresiones contra menores con la violencia de género. Esta es la última respuesta oficial del Vaticano ha una serie de escándalos que les han puesto en una situación ciertamente complicada "Junto con la violencia sobre los niños, de la que se han manchado desgraciadamente no pocos miembros del clero, hay otra igual de grave, la violencia contra la mujer, que se desarrolla dentro de los muros domésticos, a escondidas de todos y que muchas veces viene justificada con prejuicios pseudoreligiosos y culturales", denunció Cantalamessa. Por ello insistió en que "los hombres tienen que pedir perdón a las mujeres", que fue precisamente el título que eligió para su homilía.

 El obispo mexicano Felipe Arizmendi ha responsabilizado a los medios de comunicación, a Internet y al sistema educativo de los numerosos abusoscometidos por sacerdotes mexicanos contra menores de edad, ya que el erotismo presente en los libros de texto y en los medios favorece el libertinaje y dificulta "mantenerse en el celibato y en el respeto a los niños".

Ante la cantidad y universalidad de los hechos denunciados,  de los hechos demostrados y de los hechos sin denunciar, la altura institucional de los responsables por acción u omisión es una enorme verguenza, pecado y delito que no puede quedar impune en ninguna de las dimensiones  a las que atañe: víctimas, ejecutores y responsables de la ocultación contumaz y alevosa.

El Vaticano dice que los casos de curas pederastas deben ser denunciados.
* En los casos más graves el Papa puede reducir al estado laical a los pederastas sin pasar por un juicio canónico.
* La página web del Vaticano publica una guía sobre cómo proceder "en nombre de la absoluta transparencia impuesta por el Papa". 20minutos.es

En este capítulo de tan triste realidad a la que le queda mucho camino por recorrer hasta la salvación y redención, parece que el Estado Vaticano y particularmente, su Papa_Presidente han encontrado la fórmula para salvar la ambigüedad de sus palabras, decisiones y posición jerárquica-apostólica respecto a las múltiples denuncias de pederastia y pedofilia que pesan escandalosamente sobre su curia en tantos lugares del mundo.

Se pretende así que el derecho canónico, propio del Estado Vaticano y su Iglesia, quede a salvo de ser acusado de no obrar en consecuencia  respecto de estos hechos delictivos, actividades deshonrosas y actos desalmados por muchos denunciados y de todos conocidos . Hechos que en otros Estados desarrollados se consideran delito, es decir, punibles tras el enjuiciamiento de los presuntos delincuentes. Curas, obispos, cardenales o papas pederastas y/o encubridores, deben ser juzgados por las leyes que rigen su propio Estado/Institución/Religión pues son quienes tienen el deber y la potestad de alejarlos del ejercicio de su profesión y confesión religiosa.

Por otra parte, han de rendir cuentas ante las leyes laicas a las que deben obligado cumplimiento como cualquier otro ciudadano mortal. Vivimos en sociedad y debemos responsabilizarnos y respetar todos las leyes y  los más elementales principios éticomorales, sin diferencia de estatus social, económico, político o religioso. Cualquier argumento moral o valoración ética, visceral, razonada o interesada que pretendiera justificar estos actos, quedaría sin base y estaría fuera de lugar y consideración como lo son otros actos inadmisibles para la conciencia individual y colectiva tales  como matar, esclavizar, robar, prostituir, maltratar, impedir expresarse libremente, etc., ampliamente recogidos en la Declaración Universal de Derechos Humanos.

No fue esto lo que nos enseñaron y leí cuando Jesús, con amor y ternura dijo: Dejad que los niños se acerquen a mí: no se lo impidáis; de los que son como ellos es el Reino de Dios. Os lo aseguro, el que no acepte el Reino de Dios como un niño, no entrará en él. » (Mc 10, 14-15)